jueves, 12 de febrero de 2009

El rio Jatubey en Bonao...Su historia..porque es seco?

Todos los gobiernos que hemos tenido en los últimos cincuenta años han insistido en fomentar cultivos de ciclo corto, particularmente la papa, el frijol y el guandul, y año tras año distribuyen decenas de miles de quintales de semillas entre el campesinado de las montañas.

Cuando se transita entre la capital y el Cibao por la autopista Duarte, los viajeros pueden observar un río seco en el tramo que va desde Bonao a La Vega.

Este río se llama Jatubey y ha habido ocasiones en que su lecho de piedras (no su agua) es tan crecido que ha subido a menos de un metro del piso del puente que lo cruza.

Muy poca gente conoce la relación que existe entre ese río seco, los aserraderos de pino y las colonias agrícolas de Constanza, pero si usted le pregunta a los viejos lugareños cómo era ese río hace cincuenta años, le dirán que no había mucha diferencia entre Jatubey y los ríos vecinos, Jima y Jayaco, que todavía contienen cursos de agua abundantes y cristalinos.

Lo que pasó se explica sencillamente: el gobierno de Trujillo construyó una carretera para bajar más fácilmente la madera de los aserraderos y los vegetales de Constanza y conectar esa zona más directamente con la capital de la República.

Los grandes cortes que los constructores hicieron en la montaña de Casabito provocaron enormes derrumbes durante décadas, y las piedras de esos continuos aludes terminaron segando el lecho del río quedando el agua a varios metros por debajo de las piedras.

En cada temporada de lluvias las aguas que bajan con fuerza desde la montaña producen nuevos derrumbes y empujan las piedras río abajo, anchando y elevando cada vez más el cauce de Jatubey con mayor cantidad de rocas.

Existe otro río del cual también se pueden señalar ciertas conexiones. Se trata del río Nizao, el cual nace en Valle Nuevo y baja por las montañas dominadas por el pico Alto Bandera. Este río alimenta la agricultura de Baní y ofrece otra lección de las funciones que pueden ser afectadas seriamente por la acción humana.

Pocas personas saben que la aguas del sistema de riego de Baní dependen de lo que ocurre en las serranías de Valle Nuevo y San José de Ocoa, en donde hoy la agricultura de montaña está pelando las cuencas y gradualmente le está quitando vida al río Nizao.

Por el contrario, muchas personas creen que las aguas que los agricultores toman del canal Marcos A. Cabral para sus rigolas dependen solamente de lo que ocurre en la Presa de Valdesia y el contrembalse de Las Barías, a pocos kilómetros de Baní. En realidad, no es así.

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